Las autoridades del Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso ofrecieron una misa en memoria de Orlando Jorge Mera, quien fuera el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales por aproximadamente dos años y quien perdió la vida de manera inesperada.
La Santa Misa fue presidida por el padre Wilfredo Montaño de la pastoral medioambiental, quien reflexionó acerca de cómo debemos combatir el odio con amor y tolerancia, trayendo a colación la situación actual en que se encuentra el país y el mundo.
Al finalizar la misa, el director general del JBN, Pedro Suárez, aprovechó el momento para dirigir unas sentidas palabras a los presentes sobre las cualidades de Orlando Jorge Mera, como gran ser humano y servidor público excepcional, evidenciado hasta el momento de su partida.
“El ministro fue un ejemplo de servidor público, comprometido con su trabajo, un ser humano lleno de bondad e integridad y eso lo demostró hasta el último momento de su vida”, expresó Suárez.
La actividad se llevó a cabo en el Auditorio de la institución y contó con la presencia del director, subdirectores y demás servidores del JBN, miembros de la Sociedad Dominicana Orquideología, una representación del Museo de Historia Natural y demás invitados especiales.
Acto seguido, fue la siembra simbólica de un Abey (Peltophorum berteroanum), en el área detrás del Reloj Floral, como símbolo de reflexión. Se invita este domingo a plantar un árbol, bajo el lema: “Sembremos un árbol por Orlando”, en el que se promueve plantar una especie como manera de reflexión por su muerte, actividad que puede ser realizada en un espacio seleccionado por las personas sin tener que desplazarse a lugares apartados.
Sobre la especie
El Abey (Peltophorum berteroanum), es un árbol que pertenece a la familia botánica Caesalpiniaceae. Esta especie, endémica de la Isla Española, fue descrita por Ignatz Urban y dedicada al botánico Carlos Luigi Giuseppe Bertero. Puede alcanzar más de 20 metros de alto y un metro de diámetro en el tronco. Su madera es fuerte y resistente, usada para carpintería, ebanistería y otros fines. Tiene vistosas flores amarillas, con alto potencial ornamental. Crece en los bosques secos de las regiones Sur-Suroeste y Noroeste. Se encuentra en Peligro Crítico, según la Lista Roja de la Flora Vascular en República Dominicana (2016).